viernes, 12 de enero de 2018

Historias y probabilidades

He estado leyendo un libro, "El andar del borracho: cómo el azar gobierna nuestras vidas". Aparte de la novelesca biografía de Cardano en el capítulo 3, hay una cosa que me ha intrigado.

Imagínate que te pregunto "¿qué es más probable, que a mi empresa le vaya bien el año que viene, o que a mi empresa le vaya bien el año que viene a causa de la recuperación económica mundial?"

Vale, la pregunta es un poco ambigua, y además habría que adornarla un poco y poner otras opciones para que la trampa no sea tan descarada, pero incluso con esta presentación tan chusca, esta pregunta ha desconcertado a varios de mis compañeros de trabajo, varios de los cuales escogieron la segunda alternativa.

Bueno, pues no, la más probable es la primera; siempre que ocurra que a mi empresa le vaya bien _Y_ haya recuperación económica mundial _Y_ la causa de que a mi empresa le vaya bien sea la recuperación económica mundial (tres condiciones), ocurrirá que a mi empresa le irá bien (una condición).

Esta observación debería de ser obvia, pero la gente cae en ella con facilidad en cuanto la trampa se disimula un poco. Cuando quieres convencer a alguien de algo improbable, en vez de analizar las cosas, lo que tienes que hacer es contarle una historia. Esto lo saben perfectamente los abogados que tienen que convencer a un jurado de algo que normalmente resultaría obviamente falso; se inventan una historia en la que cada paso conecte con el siguiente, y así consiguen esquivar la capacidad de la gente de estimar si algo es creíble o no. Eso sí, no intentes esto con el juez: el profesional pasará de tus milongas y mirará el informe de balística. Así es como funcionan también las conspiranoias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario